Iba el otro día hacia los centros comerciales cuando me llamó la atención un vehículo aparcado en una rotonda. Al acercarme agradecí llevar siempre mi fiel EOS 1000d encima, cargada y lista para ser disparada.
La verdad es que mientras yo estaba allí realizando algunas tomas, todos los que pasaban paraban los coches, o ralentizaban la marcha, para usar sus móviles y fotografiar el «bicho».
El pasado día 9 fué el espectáculo, me quedé con ganas de ir, pero no estoy yo para muchos movimientos.
Espero que os hayan gustado las fotos.