Empiezo por una fuente que no es muy bonita, ni muy grande, ni muy conocida…ni nada. Pero siento especial atracción por los chorros de agua que emanan de todas y cada una de ellas.
Quizás debería cambiar el título a la serie y llamarla CHORROS DE AGUA.
Así fijándome, la verdad es que la fuente no se vé…agua, agua.












