29 de enero…

Ya estamos en enero, año 2011. Nueva década y espero que un cambio de rumbo en mi situación laboral.

El próximo día 29 tengo un examen. Si, un examen que nunca debería hacer pero que una mente preclara ha decidido que se repita sin haber encontrado ni culpables de filtración ni personas a las que se les haya filtrado. Con total arbitrariedad se ha perjudicado a muchas personas que aprobamos en su tiempo y, ahora, nos toca volver a examinarnos de una materia que aprobamos con total justicia.

El único punto a mi favor es que durante todo el 2009 me dediqué a dar formación de Word y nunca lo he dejado de lado. viendo el cariz que tomaban las cosas en septiembre empecé a estudiar.

Una cosa increíble es que se ha cambiado el temario del examen. Si, increíble. Se manda repetir un examen y cambian el temario. En esta oposición los programas a examen eran Word y Excel 2000, y en el del día 29 nos examinamos de la versión 2003.

He visto muchas cosas irregulares, dudosas y de una laxa moral pero esto creo que se lleva el primer puesto.

Siempre he sido bueno en los tipo test, espero seguir la racha y que por fin me pueda convertir en funcionario de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Cierto es que no es una gran aspiración, pero si que me permitirá concentrarme en muchas otras cosas. Podré seguir formándome, compaginarlo con dar clases y, por supuesto, una estabilidad que ahora mismo no tengo y no me deja hacer planes más allá del día a día.

Sensaciones, sentimientos; justicia e injusticia.

Sentimientos encontrados. Después de hacer un buen examen del máster el pasado viernes, y de un sábado en el que disfruté con la compañía de mis amigos y un domingo en el que también tuve una comida…ha llegado una nueva semana.

Dejando a un lado la cuestión futbolistica, que reconozco me ha fastidiado mucho. Voy a lo que realmente me importa, incomoda y me hace sentir mal.

Las oposiciones de auxiliares administrativos de la CARM del 2005. En concreto el tercer examen de informática.

En mayo del 2005 se hizo ese examen, salió la lista provisional de aprobados, suspensos. Una lista en la que había muchas notas altas, todo es cierto. Un grupo de iluminados se decidió a impugnar el examen y debido a la poca valentía de la anterior consejera se decidió suspender el procedimiento y abrir un expediente. No me voy a detener en el proceso, recursos, autos, sobreseimientos, etc. La cuestión es que el pasado septiembre nos enteramos de que:
1. El juez no ha encontrado culpables, más bien ninguno de los jueces que ha examinado el caso.
2. El juez no ha tenido pruebas para ordenar la repetición del examen.
3. El juez habla de indicios, no pruebas. Y recomienda repetir.
4. La administración se decide a repetir el examen, sin encontrar culpables, ni pruebas, ni nada.

Y aquí me encuentro yo, cinco años después, con un examen aprobado y que tengo que repetir sin que nadie me diga donde están los culpables de que yo me tenga que examinar.

De los iluminados no voy a hablar, porque no quiero que ahora me aparezca una querella, pero es obvio que mi opinión acerca de ellos es…»algo negativa».

Ahora sólo espero que sea cuanto antes, porque muchos estarán trabajando, pero yo me encuentro en la calle entre otros muchos motivos por su culpa.

¿Justicia? Me río de esa palabra. Pero tarde o temprano, todos acabamos donde merecemos.