Con sus 95 metros de altura se levanta majestuosa y es posible verla desde casi cualquier rincón de nuestra ciudad.
La primera de las vistas es desde Molinos del río donde la podemos ver tras el Balcón del Obispo.
La segunda de las vistas es desde la Plaza del Cardenal Belluga, donde tras el magnífico imafronte, destaca sobre la ciudad.
Y la tercera de las vistas, que no por ello la menos bella, es desde la Plaza de la Cruz rodeada de naranjos.