Creo que en todas las etapas de la vida deportiva de una persona este aparatito debe ser nuestro compañero fundamental. Pero, más aún, cuando ya llegamos a cierta edad en la que todos los esfuerzos tienen consecuencias.
Esta mañana he salido a andar, y me lo he colocado para ver si el ritmo de mis anteriores paseos era adecuado o no. Y el resultado es que sobreesfuerzo mi corazón demasiadas veces. Mientras vas llaneando o bajando todo correcto, pero es en los momentos en los que se empina la carretera, o la senda, cuando las pulsaciones se disparan y debemos moderar nuestro ritmo para que vuelvan al intervalo que hemos asignado.
Yo tengo un intervalo de esfuerzo del 70% al 85% de ritmo cardiaco, sé que debería ser algo inferior en el intervalo superior, pero siempre he sido de ritmo rápido y estoy acostumbrado a ir así. No obstante, siempre intento que mi media nunca supere el 80% de pulsaciones máximas.
Cuando veo pasar por mi lado a la gente congestionada, sin ningún control sobre el esfuerzo al que someten a su corazón me asusta ver como castigamos a nuestro cuerpo, porque luego ese castigo tiene consecuencias.
Sólo quería hacer una pequeña reflexión sobre el tema, poner alguna foto de mi pequeño amigo, y suscitar vuestros comentarios sobre el tema.
PD: La publicidad gratuita a la marca se la regalo, que soy así de generoso.