El otro día estaba en la duda sobre que cocinar, pero tenía muy claro que el plato iba a llevar pollo. Barajamos unas opciones, miramos si hay ingredientes, y listo.
Un asado de pollo, para chuparse los dedos. Y no lo digo figuradamente, lo hice.
Al final estos platos son los más sencillos de hacer, 10 minutos para preparar el recipiente con los ingredientes, el horno precalentado a 250º y luego 90 minutos a 190. El resultado espectacular, una pena que en 10 minutos desaparece del plato.